.... y las nuevas competencias que adquirirán ¡!
Nuestras investigaciones y debates sobre el tema de los proyectos de Inteligencia Artificial nos han llevado a considerar tres retos que surgen con frecuencia en las organizaciones que han implantado esta nueva tecnología. En relación con estos retos, se ha producido una evolución en las competencias de los directivos, tal y como describe L. Giraud en un artículo publicado en Management et Avenir1. Estos retos deben considerarse una valiosa oportunidad para que los directivos desarrollen sus competencias. Abordarlos desde el principio de la transformación acelerará también la creación de valor para la empresa.
1. Reorganice su equipo y cree valor
El primer reto es crear valor. Socialmente, no es el momento de destruir empleo, lo que estaría mal visto. Por tanto, el directivo y su equipo deben encontrar la manera de crear valor recurriendo a las cualidades humanas de la creatividad, la colaboración y la resolución de problemas.
El primer paso esabandonar la profesión de ayer y las tareas encomendadas a la IA. Esto significa abandonar la búsqueda de la perfección, que ni los humanos ni la IA han logrado nunca, y conformarse con un resultado eficiente. Es el momento de transformar las actividades, replantearse o definir las "nuevas profesiones" y redistribuir las funciones. En segundo lugar, el equipo puede buscar formas de mejorar y crear valor a través de la cooperación y el servicio al cliente.
Es el momento de asumir la responsabilidad de las nuevas organizaciones y desarrollar competencias en gestión del cambio organizativo, innovación, comunicación y colaboración.
2. Colaboración hombre-máquina
El segundo reto es que el directivo tendrá que tratar con un equipo multidisciplinar, al menos en términos funcionales. De hecho, con la IA, están integrando a especialistas en IA junto a su personal empresarial. Desde científicos de datos que garantizarán la calidad de los datos recuperados, y que mantendrán y desarrollarán los algoritmos utilizados por la IA.
Los métodos operativos y las prioridades de cada cual son diferentes, aunque los objetivos sean los mismos. El directivo y su equipo tendrán que organizar esta cooperación a lo largo del tiempo. El equipo podría incluso considerarse polimórfico, en la medida en que la IA, que contribuye significativamente a los resultados del equipo, forma parte de él. La tarea de los empleados es, por tanto, cooptar la IA, desarrollarla y utilizarla de forma operativa. Por otra parte, como la tecnología tiende a allanar las diferencias de rendimiento individual,resulta esencial liderar el equipo. Permitir que aflore la creatividad de su equipo es una excelente manera de hacerlo.
En relación con este segundo reto, los directivos desarrollarán sus conocimientos básicos de IA y sus dotes de liderazgo.
3. Establecer las normas
Por último, el tercer reto está relacionado con una ambigüedad: ¿cuándo debemos confiar en la IA? ¿Cuándo deben tomar el relevo los humanos? Como hemos visto, la IA es una potente modelo estadísticoque puede tener en cuenta una enorme cantidad de datos para realizar sus cálculos. Por otro lado, carece de sentido común y a veces puede producir resultados incoherentes.
En cambio, los humanos, que poseen una conciencia innata, son capaces de demostrar ética, audacia y, más sencillamente, sentido común. Por el contrario, los seres humanos suelen estar sujetos a numerosos prejuicios a la hora de hacer valoraciones y tomar ciertas decisiones. Corresponde al directivo decidir hasta qué punto debe dejar la iniciativa a sus empleados para recuperar el control sobre las prescripciones de la IA, y definir las reglas que permitirán utilizarla de la mejor manera posible, evitando al mismo tiempo confiar ciegamente en ella con el riesgo de perder aún más.
Este reto permitirá a los directivos demostrar su capacidad para asumir riesgos, tomar decisiones complejas y tener una mentalidad abierta.
Sin embargo, tendrán un mayor control sobre su trabajo, porque la IA les ayudará a gestionar su tiempo, comunicarse y tomar decisiones sencillas. Probablemente exista el riesgo de que los directivos pierdan parte de su pericia en la recopilación de información o en la gestión de tareas sencillas, que dejarán en manos de la máquina (del mismo modo que la calculadora ha dificultado nuestras habilidades aritméticas mentales). Pero, por supuesto, eso no es motivo para rendirse.
Por Philippe Merckling
1L.Giraud et al. L'Évolution des Compétences Managériales face à l'essor de l'Intelligence Artificielle", Manag. Avenir, abril de 2021,