En pocos años, Lidl, una cadena de distribución alimentaria, se ha convertido en uno de los principales minoristas del mundo. Es un verdadero imperio lo que esta marca ha logrado crear, gracias a un desarrollo y una estrategia bien ejecutados. En este artículo analizamos la estrategia de Lidl, que se ha convertido en el ídolo de los franceses.
Lidl fue fundada en 1930 en Alemania por Josef Schwarz. Inicialmente era un mayorista de alimentación, pero en 1973 se convirtió en un especialista del descuento duro.
Su estrategia es sencilla: ofrecer precios bajísimos utilizando una técnica bien perfeccionada:
- zonas de venta optimizadas y no comercializadas,
- sin servicio,
- Reducción de los costes de estanterías,
- limitación de las referencias del producto,
- falta de productos de marca.
Esta estrategia será la imagen de marca de Lidl hasta 2012, el año del gran cambio. La evolución de este posicionamiento no es casual. Tras años de crecimiento, Lidl empezó a estancarse y a atraer menos a los franceses, que por su parte se han alejado del hard-discount. Las costumbres cambian, los franceses quieren productos de calidad y espacios de venta agradables, así que Lidl ha iniciado su transición.
Antes de hacer oficial su cambio de rumbo en 2012, Lidl comenzó a integrar :
- productos de marca,
- productos de comercio justo,
- productos ecológicos,
- productos frescos como verduras, pan, bollería, etc.
Pero eso no es todo: Lidl también ha optado por rediseñar sus puntos de venta para hacerlos más agradables. Laexperiencia del cliente en la tienda se ha convertido en algo esencial para el desarrollo de una marca. El consumidor quiere vivir una experiencia única. Por ello, Lidl ha tomado cartas en el asunto y ha introducido una serie de mejoras: modernización de los puntos de venta (cajas automáticas, etc.) y de la arquitectura (colores, iluminación, materiales), organización de las estanterías, cabeceras de pasillo comercializadas, venta de productos no alimentarios.
Esto marcó el inicio de la comunicación de masas. Tanto si se trataba de sus productos como de su experiencia de cliente, el minorista decidió causar un gran impacto: anuncios de televisión, comunicación digital, carteles publicitarios, distribución de casi 12 millones de folletos: es un hecho, Lidl está en todas partes.
Un cambio de posicionamiento que sólo puede calificarse de transición exitosa. Una verdadera historia de éxito. En 2022, Lidl habrá superado la barrera de los 100.000 millones de euros de ventas. Un resultado excepcional que marca un aumento del 4,7% y valida el hecho de que Lidl se ha convertido en el minorista preferido de los franceses.
Por Selma Güler